domingo, 3 de febrero de 2008

Panamá: La ciudad bajo el libre mercado

   
Marco A. Gandásegui, hijo
ALAI AMLATINA, 31/01/2008, Panamá.- La ciudad de Panamá experimenta, en
la actualidad, una transformación urbana profunda generada por una
política gubernamental dirigida a alimentar una espiral especulativa,
concentradora del ingreso y promotora del desorden en todas las esferas.
Las estadísticas oficiales señalan que en 2007, en la ciudad de Panamá,
se aprobaron permisos de construcción por un total que supera los US$ 2
mil millones.
En su libro La ciudad bajo el libre mercado, los sociólogos
norteamericanos Alejandro Portes y Bryan Roberts plantean los peligros
que conlleva un crecimiento urbano basado en la especulación. La falta
de un plan de desarrollo para la ciudad a orillas del Canal de Panamá
está creando problemas cada día más difíciles de controlar por la gente
que sobreviven en la urbe. Hay que aclarar que el desorden y la
especulación son el producto de políticas bien articuladas aplicadas por
los últimos gobiernos de turno en Panamá. Además, estas iniciativas
gubernamentales reciben apoyo político y económico de las agencias
financieras internacionales que responden al “consenso de Washington”.
Portes y Roberts analizan la estrecha relación que existe entre el
desorden en las políticas urbanas con la pobreza, la desigualdad, la
criminalidad y la informalidad en el empleo. Habría que agregar el
impacto de la política gubernamental que ha creado un caos en servicios
públicos como el transporte, el agua y el aseo. Las políticas
especulativas contribuyen a la creciente contaminación del aire, de las
quebradas y de la bahía. Además, los efectos nocivos de las políticas
del gobierno sobre la calidad de los servicios de salud, educación y
seguridad social.
Habría que agregar los problemas estéticos y la
corrupción que está 
generando la especulación urbana en la ciudad de Panamá. A diferencia de
EEUU y algunos países de América Latina, donde la burbuja inmobiliaria
ya reventó, en Panamá probablemente no estalle hasta que concluya la
inversión multimillonaria en la ampliación del Canal de Panamá
(calculada en más de $5,250 millones durante los próximos 5 años).
Según Portes y Roberts, “en todas las ciudades (de los países de la
región donde se aplican políticas neoliberales) la situación del empleo
desmejoró notablemente y se incrementaron el trabajo informal y el
desempleo”. Además, los sociólogos norteamericanos agregan que “en todas
ellas, aumentó el porcentaje de población bajo la línea de pobreza,
mientras que los indicadores de desigualdad se deterioraron”.
El estudio también destacó la relación entre el desorden en el
crecimiento urbano y el incremento de los niveles de criminalidad. “La
fragmentación social se agudizó y el delito también creció como
expresión de la polarización social”. En algunas ciudades del
continente, las autoridades manipularon las frustraciones ciudadanas y
muchas “acciones delictivas sin contenido político fueron calificadas
por el Estado como «actos terroristas».
En el caso de Buenos Aires, ejemplo más extremo de la región, “durante
la etapa neoliberal se adoptaron medidas de apertura externa y
desregulación económica, deteriorando el mercado de trabajo. La
evidencia empírica confirma el incremento del desempleo, la pobreza y la
desigualdad social, así como su relación con el crecimiento de la
violencia urbana”.
Hay que rescatar a la ciudad de Panamá del desorden y promover un
crecimiento económico que no implique la pérdida de empleos formales, la
fragmentación social y el incremento del delito, así como una creciente
polarización social.
- Marco A. Gandásegui, hijo (Profesor de la Universidad de Panamá e
investigador asociado del CELA)
Más información: http://alainet.org

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