A pesar de las denuncias de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) y movimientos sociales, la superexplotación de los trabajadores continúa siendo motivo de muertes en cañaverales. De acuerdo con la CPT, del año de 2005 al de 2006, 20 trabajadores murieron en el corte de caña por problemas relacionados al esfuerzo excesivo.Investigadores que estudian la situación de los cortadores de caña defienden que el fin de la política de pago por producción – adoptada por las usinas – es una de las formas de resolver este problema. Para tener una idea de la situación: un trabajador corta 12 toneladas de caña por día con 11 mil machetazos. Es muy común que los trabajadores sufran calambres y lordosis al final del día. Hoy el piso salarial del cortador de caña está alrededor de US$ 203. El bajo salario hace que el cortador prefiera trabajar por producción, lo que le da la posibilidad de ganar un poco más, pero aumenta el riesgo del desarrollo de enfermedades relacionadas con el exceso de trabajo. El economista y profesor de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar), Francisco José Alves, propone que los trabajadores tengan un salario fijo para poner fin al trabajo en exceso.“Si nosotros queremos que el sector sucroalcoholero produzca alcohol en condiciones sustentables, una de las cuestiones fundamentales es el fin del pago por producción. Para acabar con las muertes por exceso de trabajo en el corte de caña es necesario que los trabajadores reciban un salario fijo, así como los trabajadores de cualquier oficio.”Francisco reflexiona sobre los rumbos de la política brasileña y afirma que el estímulo a la inclusión del alcohol en la matriz energética mundial no puede darse a costa de la vida y de la salud de una gran parcela de la población.De San Pablo, Brasil, de la Radioagencia NP, Silvia Adoue
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